Zapatistas de México advierten que Chiapas está al borde de la guerra civil

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Apr 28, 2023

Zapatistas de México advierten que Chiapas está al borde de la guerra civil

El 22 de mayo, Jorge López Santíz fue alcanzado por una bala. Fue un ataque que también

El 22 de mayo, Jorge López Santíz fue alcanzado por una bala. Fue un ataque que también golpeó el corazón del Movimiento Zapatista de México, el grupo de extrema izquierda que controla el territorio en el estado sureño de Chiapas.

López Santíz resultó herido en un ataque paramilitar contra la comunidad Moisés Gandhi, que forma parte del municipio Lucio Cabañas controlado por el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN). La agresión parece haber sido la gota que colmó el vaso para los zapatistas, que han dicho basta.

El grupo, que durante años ha dudado en hacer anuncios públicos, ha denunciado el aumento de la violencia en Chiapas y convocó a un día internacional de protesta el 8 de junio.

Contrariamente a la tradición, el anuncio no se hizo a través de un comunicado de prensa del Subcomandante Galeano, el hombre detrás del pasamontañas que ha simbolizado el movimiento desde que se hizo público en 1994 bajo el nombre de guerra Subcomandante Marcos. En cambio, los zapatistas emitieron una declaración que fue firmada por más de 800 organizaciones internacionales y más de 1000 figuras políticas y culturales destacadas, incluido el intelectual estadounidense Noam Chomsky; los actores Diego Luna, Gael García Bernal y Daniel Giménez Cacho; el director Alfonso Cuarón; y las escritoras Guadalupe Nettel y Gabriela Jáuregui.

El pronunciamiento en apoyo a los zapatistas denuncia el recrudecimiento de los ataques paramilitares contra la comunidad autónoma y la impunidad con la que son enfrentados tanto por el gobierno estatal como federal. Para protestar por la violencia, los zapatistas han organizado una manifestación en la Ciudad de México, entre otras acciones.

López Santíz resultó gravemente herido en el ataque del 22 de mayo, al igual que Chiapas. La agresión fue obra de la Organización Regional de Cafeteros de Ocosingo (Orcao), un grupo paramilitar que amenaza desde hace años a las comunidades autónomas zapatistas. El ataque de mayo fue solo el último capítulo de un conflicto armado con profundas raíces históricas.

“Chiapas está al borde de una guerra civil con paramilitares y sicarios de varios cárteles que luchan por el [control] del territorio contra grupos de autodefensa, con la complicidad activa o pasiva de los gobiernos de [Gobernador de Chiapas] Rutilio Escandón Cadenas y [ Presidente de México] Andrés Manuel López Obrador”, afirmaron los zapatistas en el documento difundido el miércoles. El reclamo no es nuevo: la guerrilla alertó sobre esta misma violencia en septiembre de 2021, cuando dos de sus militantes fueron secuestrados.

Según un informe de mayo del grupo de derechos humanos Frayba, Chiapas se ha visto invadido por el crimen organizado y grupos armados, con "vínculos evidentes con el gobierno y las empresas". El documento destacó los mismos problemas planteados por los zapatistas y sus grupos aliados: desplazamientos forzados, detenciones arbitrarias, torturas, ataques a defensores de derechos humanos y periodistas. Según Frayba, esto ocurre en medio de una creciente militarización, contrainsurgencias estatales y paraestatales contra el EZLN —hay 147 campamentos militares cerca de sus comunidades— y el esfuerzo de los movimientos campesinos e indígenas aledaños.

El comunicado del EZLN argumenta que el ataque de Orcao es parte del despojo sistemático de tierras controladas por zapatistas y otras comunidades indígenas. Según el grupo, esto sucede para dar paso a proyectos gubernamentales como Sembrando Vida, una iniciativa de López Obrador que entrega fondos económicos a cambio de cierto tipo de cultivos, como frutales o maderables. “Programas como Sembrando Vida y otros proyectos similares fomentan el enfrentamiento entre comunidades históricamente privadas de sus tierras y sus derechos”, se lee en el documento, que dice que estos proyectos son utilizados como “mecanismos de control político y moneda de cambio” para permitir que organizaciones como Orcao para “acceder a supuestos beneficios que brindan estos programas, a costa del despojo de las tierras autónomas recuperadas zapatistas”.

Los zapatistas también realizaron este miércoles una conferencia de prensa en la Ciudad de México para alertar sobre la situación en el estado sureño. El actor Daniel Giménez Cacho, protagonista de Bardo (2022), la última película de Alejandro González Iñárritu, fue el encargado de expresar las preocupaciones de seguridad zapatistas.

“El Ejército Zapatista de Liberación Nacional, que ha mantenido la paz y ha desarrollado su proyecto autónomo en sus territorios y que ha tratado de evitar enfrentamientos violentos con paramilitares y otras fuerzas del Estado mexicano, es constantemente hostigado, agredido y provocado”, dijo. .

“Desde finales del siglo XX hasta ahora, el EZLN ha optado por la lucha política por vías civiles y pacíficas, a pesar de que sus comunidades son acribilladas a balazos, sus cultivos incendiados y su ganado envenenado. que en lugar de invertir sus esfuerzos en la guerra, lo han hecho en construir hospitales, escuelas y gobiernos autónomos que han beneficiado a zapatistas y no zapatistas, gobiernos desde Carlos Salinas hasta López Obrador han tratado de aislar, deslegitimar y exterminarlos".

“Esta guerra es contra los pueblos indígenas de este país”, agregó en la rueda de prensa de este miércoles Carlos González García, del Congreso Nacional Indígena (CNI). “Lo que está pasando de manera impactante en la región de Chiapas donde se encuentran las comunidades zapatistas es parte de toda una política y de toda una realidad que vive nuestro país desde hace años. La militarización viene creciendo desde 2018 [año en que llegó López Obrador poder] como nunca antes".

La activista argumentó que programas como Sembrando Vida son utilizados como herramienta de control en regiones donde “el gobierno federal impulsa megaproyectos estratégicos, como el Tren Maya o el Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec”.

Estas mismas denuncias fueron planteadas a principios de mayo, cuando 700 guerrilleros se reunieron en una comunidad zapatista de la ciudad de San Cristóbal de las Casas como parte de El Sur Resiste, que reunió a diversas comunidades amenazadas por el Los megaproyectos del gobierno mexicano.

Los expertos coinciden en que la situación de alta tensión en Chiapas es muy preocupante. Según una columna de opinión de La Jornada, diario cercano al gobierno mexicano que se ha distanciado del movimiento zapatista: “Chiapas es un polvorín que puede explotar en cualquier momento”.

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